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#Cortesía de Yoli

1º Parte

1º Parte

[Al día siguiente de la aparición de Burbuja y De La Cuadra]

Narra Vilma:

No sé que pudo haber ocurrido. No sé que narices pasó por mi cabeza. Se supone que debería estar descansando aquí en mi camarote después de una larga noche sufriendo, a la espera de que apareciesen Burbuja y el oficial, pero todo me supera. Cualquier ficción no superaría ahora mismo a mi realidad y es que, este camarote, se ha convertido en el mismo infierno sin Piti.

No le he vuelto a ver desde que me miró esta mañana, una mirada llena de ternura, llena de falta de amor, llena de DECEPCIÓN. Quizás nunca me paré a pensar porque Piti era así, porque tan infantil, puede que la verdadera coraza la tuviera él, puede que le hicieran daño, quizás una mala novia, unos amigos pasotas o sus propios padres. ¿Por qué pienso en él? ¿No estaba enamorada de Palomares hace tan solo un día?

No me dio tiempo a autocontestarme cuando alguien abrió la puerta.. Palomares apareció tras ella, con una sonrisa impecable, como el novio que va a casarse tras la larga espera.

-¿Qué tal está la chica más guapa del barco?- realmente necesitaba que viniera a verme, me sentía derrotada con todo lo que había sucedido. Palomares se sentó a mi lado mientras me reincorporaba.

-Pues .. mal, bastante mal..¿Qué vamos a hacer Andrés?- a pesar de mi tristeza, él sonrió como si llevara mucho tiempo esperando esa pregunta.

-Vilma no podemos seguir así.. Piti  no se merece que le engañes más..yo creo que tienes que decidirte,y.. diría que lo tienes bastante claro..- me cogió un dedo mientras mis manos comenzaban a temblar. En ese justo momento entró Piti en la habitación y sentí que mi corazón se paraba.

-Yo creo que lo mejor será dejaros solos- Palomares me soltaba la mano y salía de la habitación sin mirar a Piti, quién tampoco se molestó mínimamente en mirarle.

Comenzó a recoger sus cosas sin mirarme, primero la ropa, después sus libros hasta que un libro cayó dentro de la cuna que me había regalado. Se quedó inmóvil mirándola, como si fuese petrificado por el momento.

-Piti…- mi voz quebrantó aquel silencio que reinaba la habitación. No hablo pero no hizo falta. Una lágrima rodó por su cara, mientras apartaba la mano que había posado sobre él.-..yo creo que deberíamos hablar de lo que ha pasado, yo..-

-Está todo bastante claro Vilma-su voz me cortó.

-Pero Piti , yo..yo necesito tiempo, no quería que esto pasara..-esta vez la que comenzó a llorar fui yo.

-Vilma, escúchame – sus manos cogieron mi cara, y sentí un fuego abrasador atravesando mi piel, como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo tuviera vida propia y quisieran salir de allí para unirme a su cuerpo.-..tú quieres a Palomares, no hace falta que te engañes..porque…porque yo..Vilma yo no te quiero.- y ese fue el momento en el que dejé de vivir.

-Pero mi amor yo..- mis lágrimas no me dejaban hablar. Sentía un sollozo interno que no me dejaba respirar, todo esto era culpa mía, le estaba perdiendo a cada segundo- ..Piti por favor, no me mientas.

Él comenzó a aguantarse las lágrimas, soltó mi cara de la manera más brusca posible y me miró a los ojos con dureza.

-Me acosté con Dulce  la noche que estabas en la enfermería.

-¿Qué?

-Lo que has oído Vilma.. así que ya te puedes ir con el cura a retozarte en el aula tranquila, porque no soy yo el único cornudo de el barco. Y déjame en paz, sal ya de mi puta vida porque no quiero volver a verte.

Sin recoger siquiera sus cosas salió dando un portazo y todo el fuego acumulado en mi interior se apagó,se apagó durante mucho tiempo. Un frío inmenso congeló mis huesos, ya no podía mantenerme en pie y me agaché en un rincón de aquella oscura habitación. ¿En qué momento el paraíso se había convertido en el infierno?

Miré mis manos. Temblaban. Entonces lo comprendí todo. No temblaba porque estaba enamorada de Palomares, temblaba porque sabía que iba a perder a Piti. Cada vez buscaba más en él alguien maduro, que me diese lo que no tenía mi novio. Pero es ahora cuando me daba cuenta de que mi mayor pesadilla se había hecho realidad y yo me había ocupado de hacerlo.

[6 horas después]

Salí de la habitación. Juraría que había estado allí semanas, pero simplemente era la hora de la cena. Subí al comedor pero allí no había nadie. Volví a mirar la hora, ¿qué estaba pasando?.

 Escuche cuchicheos que provenían de cubierta, así que decidí subir arriba. Justo cuando entré, los cuchicheos cesaron y allí estaban todos mirándome. Había miradas de compasión, de tristeza, otras de culpa, incluso alguna que otra de odio hacia mí. Pero faltaba una mirada, la más importante de todas, la que yo necesitaba. Me dirigí hacia el capitán, con el mayor temor de todos.

-¿Dónde..dónde está Piti?- no podía creer lo que ocurría. El capitán me dio una nota, y dentro, estaba la letra de él.

Vilma: Puede que ahora pienses que soy el mayor cabrón de la historia, pero quiero que entiendas que desde que entré en este barco no me he preocupado por otra cosa que de hacerte la tía más feliz del mundo. Y si para ello, tengo que irme o incluso tirarme por la borda, lo haré. Ojalá seas la persona más feliz con Andrés, yo te recordaré como eras para mí: preciosa, con tu mechón en la cara y con la sonrisa más bonita del planeta. Te Amo y Siempre lo haré. Pedro. 

El papel cayó de mis manos temblorosas en el suelo de la cubierta. De repente, por instinto propio mis piernas echaron a correr hacia la borda. Mi cuerpo apartaba a gente que trataba de agarrarme, pero yo quería tirarme. Solo me importaba irme con él y si él no estaba prefería estar muerta. Justo cuando mi pie derecho se disponía a saltar unos brazos fuertes me agarraron. Ramiro me sujeto por los brazos impiendiendo mi voluntad.

-¡Piiiiiiiiiiiiiiiti!¡¡Soltadme, quiero irme!¡Sóltadmeeee! – me sacaron de allí, bajándome al camarote 31. Mi voz apenas emitía un sollozo tapado por las lágrimas de dolor…”Quiero irme con él”..




#Autoría: Ana (Niky)